Cuando pensamos en una distracción en nuestras horas de trabajo lo primero que nos viene a la mente es Whatsapp, esa famosa aplicación de mensajería instantánea que llegó para revolucionar la forma de comunicarnos personal y profesionalmente.
El uso que hacemos de esta aplicación hace que tengamos la duda de si Whatsapp es realmente una herramienta que nos hace perder el tiempo o si, por el contrario, puede convertirse en una de las herramientas que nos ayuden a mejorar nuestra productividad.
Si partimos de la base que la productividad no se consigue mediante el uso de un software determinado, si no a base de implantar una serie de hábitos y principios, Whatsapp puede convertirse en un buen aliado.
Alungunas ventajas de esta app pueden ser:
Es inmediata. Nos da gran facilidad para compartir archivos y documentos de manera rápida si nos encontramos fuera de la oficina.
Tiene un corto tiempo de respuesta. Es más fácil y rápido comunicarse a través de Whatsapp que mediante otros sistemas.
Hay posibilidad de exportación de conversaciones. Los chats y archivos adjuntos que compartimos en esta app pueden ser trasladados fácilmente a otros sistemas, como por ejemplo el correo electrónico.
Ayuda a generar Team Building. Con esta aplicación puede crearse espacios relajados donde los empleados puedan compartir cosas que no son profesionales y ayudan a generar equipo y mejorar el clima laboral.
Es económica. Es tan válida como cualquier sistema de comunicación interna y mucho más barata. No hace falta gastarse grandes cantidades de dinero en un sistema de comunicación para que sea efectivo.
Ofrece comodidad. Se trata de una herramienta que utilizan en su día a día y que la mayoría conocen bastante, con lo que les es más fácil y cómodo de utilizar que una herramienta que les viene impuesta.
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